Buenas tardes a todos, a todas, a quienes nos acompañan, a nuestros invitados. Quería aprovechar este nuevo aniversario de la Policía de la provincia de Buenos Aires para poner en valor y de relieve la tarea que venimos realizando desde que hace cinco años asumimos la Gobernación. Alguno dirá, que se mencionó varias veces pero vale la pena recordarlo, recibimos una fuerza policial diezmada desde lo moral, desde lo material y desde lo humano. Y esto la verdad que vale la pena repasarlo y recordarlo, porque la gestión anterior tenía a la seguridad entre sus principales objetivos, por lo menos en el discurso, pero quiero que los agentes y las agentes de la Policía de la provincia de Buenos Aires sepan que el ajuste que se realizó durante la etapa previa a la nuestra recayó principalmente sobre los salarios y las espaldas de los trabajadores y trabajadoras de nuestra fuerza policial. No me canso de decirlo porque hay algo que llama la atención permanentemente, que es la discordancia, la discrepancia entre los discursos que se llenan la boca hablando de la seguridad pero que luego, cuando les toca gobernar, aprovechan para descargar el ajuste sobre las policías.
Cayó, en la provincia de Buenos Aires, durante aquella época, el sueldo de todos los trabajadores y trabajadoras, pero especialmente la pérdida salarial afectó a la Policía de la Provincia. Otro tanto en materia de inversión, en infraestructura, en tecnología y en instrumento de trabajo. Los móviles, los patrulleros para la Policía de nuestra Provincia, que eran 790 en total para atender 300.000 kilómetros cuadrados y 17 millones de habitantes, 790, que como nos gustó describirlo porque era preciso, se habían convertido en un depósito de chatarra. Patrulleros con más de un millón de kilómetros de rodaje, destruidos. Los chalecos para la protección antibala vencidos, olvidados, tenían que turnarse los agentes de la Policía para poder acceder al chaleco. Las armas oxidadas, rotas, municiones no había. Y si a eso agregamos la falta de capacitación permanente y de formación, la verdad es que daba vergüenza el abandono que se produjo sobre la Policía de la Provincia.
Esto con palabras que siempre ponían a la seguridad como la principal prioridad, pero peor aún con una enorme exigencia sobre nuestra Policía de la Provincia y sobre quienes la componen. Por eso, venimos haciendo en estos cinco años de gobierno algo que yo denomino reconstrucción de nuestra Policía, debería decirlo con más propiedad, salvataje, porque se había producido una verdadera liquidación.
Miren, la recuperación salarial que tuvo lugar durante los años de gobierno se aplicó a todos los colectivos de trabajadores de la Provincia, pero especialmente a nuestra Policía. Por primera vez en la historia de la Policía de la Provincia se equipararon los sueldos con las fuerzas federales, era una reivindicación silenciosa, a veces, pero visible y necesaria de aquellos que desempeñaban la misma labor, a veces uno al lado de otro, un policía de la Provincia y, al lado, fuerza federal ganando de manera totalmente heterogénea, dispar e injusta.
Equiparar los sueldos fue uno de los objetivos centrales, pero a eso se agrega la enorme inversión que se hizo en la compra de equipamiento de todo tipo. Voy a hablar de los patrulleros, dije que recibimos 790, no exagero ni hago política. 790 para toda la provincia, no se cubrían las cuadrículas, no había instrumentos de trabajo en condiciones y luego, la exigencia siempre igual, siempre la misma. Por eso, durante esta gestión reemplazamos y repusimos la totalidad de lo que había, pero lo hicimos con creces, 6.500 patrulleros para la Policía de la provincia de Buenos Aires se adquirieron en estos cinco años. 790, 6.500. Chalecos antibalas, pistolas, reemplazar todo el parque de armamento, municiones que no había, reponerlas, pero además, pero además, generar como práctica permanente la capacitación y el reentrenamiento con prácticas de tiro para quienes ejercen la actividad policial, que a veces, recién veían el estado de su arma o cómo habían dejado atrás las prácticas en el momento que les tocaba un enfrentamiento, en el peor de los momentos. A eso debemos agregar, por supuesto como contaba el ministro Alonso, un cambio profundo en probablemente lo más importante en materia de actividad policial, que es la formación y la profesionalización.
Hubo épocas en nuestra provincia donde un agente de Policía era arrojado a las calles de nuestra provincia con seis meses de preparación, esto ocurrió, cambiamos de raíz el modo de formar a la Policía de la Provincia con nuestra universidad policial, con una preparación más prolongada y con algo, que lo digo y lo repito porque parece mentira, la preparación de la Policía de la provincia era teórica en su formación, sin prácticas.
Estuve recorriendo hace poco nuestra escuela Vucetich, aquí, y viendo como hoy se hacen diferentes ejercicios prácticos, pero además se le agrega a esto lo que ahora va a ocurrir. Antes de recibir sus grados de policía, van a tener ustedes como cadetes una formación práctica previa. Se ha extendido el periodo de formación de la Policía de la Provincia, han cambiado las materias, ha cambiado la orientación, se han agregado cuestiones tan obvias como los derechos humanos, se han generado momentos donde se encara a través de ejercicios prácticos aquello que les va a tocar después en la calle. Hemos modificado de raíz la formación. Así que, equipamiento, salario, formación.
Y hoy, corriendo el año 2024, tecnología para la Policía de la Provincia, la tenemos en el 911 que antes se hacía de manera prácticamente artesanal pero, sobre todo, descoordinada, generando centro de atención con el 911 al lado de quienes derivan a los agentes de toda la provincia, con la última tecnología en los patrulleros geolocalizados y, al mismo tiempo, el sistema multiagencia, que permite coordinar aquello que se hace con las cámaras en los municipios, entre los municipios y centralizadamente con los sistemas de la Policía de la provincia de Buenos Aires.
La verdad es que si a eso agregamos el último elemento, el cambio organizacional, tal vez menos visible pero central en el modo en el que actúa nuestra Policía de la Provincia, con la extensión, el volumen que tiene nuestro territorio. Hoy, en cada uno de los 135 municipios hay una Estación de Policía con un jefe de Estación, que coordina con los municipios, pero que además, preparan una planificación estratégica para cada municipio, articulada con el plan estratégico de la provincia de Buenos Aires.
Cuando uno mira para atrás, Javier, cuando uno recuerda lo que empezó a hacer el equipo que hoy dirigís junto con Sergio Berni, parece que hubiera transcurrido no cinco años, sino un siglo con respecto a lo que era la Policía y lo que es hoy. Esto es gracias, por supuesto, a decisiones profundas de transformación, a una reconstrucción, a enorme inversión, y a lo que ha hecho en materia de colaboración y cooperación la Jefatura de nuestra Policía.
Esto es importante marcarlo porque todo esto se logra con ideas, con teoría, con convicción, con planificación, pero también con recursos. Conquistamos, después de mucho tiempo, en la etapa anterior, un fondo específico, equivalente a un punto de la coparticipación federal, para reequipar, capacitar e invertir en la Policía de la Provincia.
Esto mostró resultados. No solo quienes estamos familiarizados recorremos la Provincia, los que vemos que además se ha creado la fuerza bonaerense, la fuerza Buenos Aires, la UTOI, que casi no existía, también, el Cuerpo de Policía Rural con capacitación especial. Esto se ve cada día, en cada palmo de nuestro territorio, pero se observa también en las estadísticas que han mejorado en materia de seguridad en nuestra Provincia. Parecía imposible y se logró con todos los elementos que mencionaba, que tiene que ver con inversiones multimillonarias e históricas, con un esfuerzo del presupuesto provincial pero con el Fondo de Fortalecimiento en la Seguridad.
Veníamos trabajando en esta dirección. Cambió el gobierno hace un año, llegó un nuevo presidente, que es Milei, y nos arrebató ilegalmente los fondos destinados a estos trabajos y a estas inversiones que estábamos haciendo en la fuerza de seguridad de la provincia de Buenos Aires. Y lo empezamos a observar, más allá de lo que vengo a agradecerle a nuestro Ministerio de Seguridad, también a la Justicia de la Provincia, también a los municipios y, sobre todo, a los agentes y a las autoridades de nuestra Policía, el esfuerzo enorme que se ha hecho para que en carencia de recursos que son justos, necesarios, invertidos en algo urgente, necesario, obvio, que es el fortalecer nuestra seguridad y que hoy nos faltan por responsabilidad exclusiva del presidente Milei. Los esfuerzos que se han hecho han permitido que, sin contar con esos fondos, hoy podamos estar orgullosos del trabajo de nuestra Policía.
Por supuesto que lo que venimos a hacer hoy, entregando estos premios, escuchando algo que tal vez es un microrrelato que explica por qué le damos las distinciones a los agentes de nuestra Policía Bonaerense, pero que significa haber arriesgado y puesto en compromiso la propia vida con una generosidad, una comprensión, una conciencia, pero sobre todo, un valor y una valentía digno de mención. Hoy frente a estos 1100 cadetes que en el Operativo Sol ya van a desempeñar tareas y que luego formarán plenamente parte de nuestra Policía, les pido que vean a cada uno de estos agentes distinguidos y premiados como el ejemplo a seguir, que cuentan con el agradecimiento y con el reconocimiento de 17 millones de bonaerenses.
Lo dijimos desde el día que llegamos, que tenemos que tener una Policía más eficaz, que esa eficacia tiene que estar sostenida por la seriedad de la planificación, de la preparación, de la profesionalización que le da la institución, pero sobre todo, que cada uno de los agentes y las agentes de la Policía de la provincia de Buenos Aires no surgen de la nada, vienen del pueblo de la provincia, son parte de nuestro pueblo, que lo peor que nos puede pasar es que se observe una diferenciación y una distancia entre el pueblo y quien los cuida. Son ustedes parte del pueblo de la provincia, y cada una de las decisiones que toman y cada una de las tareas que desempeñan es por mandato y se le debe al pueblo.
Por eso, entre las cualidades de nuestra Policía hablé de la eficiencia, hablé de la profesionalización, hablé de la entrega y del valor, pero sobre todo de la humanidad, de que nuestra Policía se sienta parte y acompañe a ese pueblo. Son ustedes quienes portan las armas que les ha dado el pueblo y es para cuidarlos a ellos.
Cualquier otra actividad vinculada con la falta en los códigos, en los reglamentos, con actividades por fuera de lo que marca la ley será penado de manera rigurosa porque nuestro pueblo tiene que volver a reconocer en la Policía de la Provincia a quienes los cuidan y también cuidarlos. Lo vemos hoy cuando nuestra Policía volvió a caminar los barrios más complicados, los barrios más picantes, los barrios más complejos, donde reinaba el delito y no podían entrar, hoy lo vuelven a hacer y caminando. ¿Cómo lo hacen? Con el respeto de los vecinos y vecinas de la Provincia.
Entre esas tareas que hoy estamos poniendo en valor se encuentra el trabajo que hizo nuestra fuerza policial, en conjunto con las fuerzas de los bomberos de la Policía pero también de los bomberos voluntarios. Se cayó, se desmoronó, un edificio de diez pisos y mostramos en esa tarea solidaria, junto con una enorme inversión, un trabajo descomunal, encaminado a darle respuesta a los vecinos de Gesell. Por eso, en esa tarea, en esto que va a quedar marcado como una desgracia en la historia, pero también como una respuesta nunca antes vista, yo quiero marcar que está el camino que debemos seguir. La Policía de la provincia de Buenos Aires con el trabajo, con la planificación, con la capacitación, con el equipamiento, con la tecnología, con la inversión, pero sobre todo con su sacrificio, vuelve a ser en este camino un orgullo de la provincia de Buenos Aires.
Quiero decir, por último, que a veces escucho decir que este Gobernador no habla de seguridad. Miren, no hace falta recorrer las redes sociales, la cantidad enorme de inauguraciones, de entrega de equipamiento, lo que hemos hecho que ocultan permanentemente. No me vengo a quejar, vengo a decir que este no es un gobierno de marketing, que a nosotros nos han enseñado que mejor que decir es hacer, y que mejor que prometer es realizar, y está a la vista. Muchísimas gracias a todos y a todas. Felicitaciones por esta tarea, gracias por el acompañamiento. Se llenarán la boca hablando y nosotros seguiremos trabajando. Muchísimas gracias. [yotuwp type=\”videos\” id=\”QoQXMt818mI\” ]