Buenos días a todos y a todas. Primero, muchas gracias, Fede, por invitarnos. Gracias, Augusto, en un despliegue de congresos, de jornadas vinculadas a la industria que ya es una especie de maratón, porque ahora pronto tenemos en Escobar también y ayer estuvimos en Mar del Plata. Sabrán ustedes, o no sabrán, pero estuvimos en Mar del Plata también en el Congreso Productivo Bonaerense. Estoy rompiendo todo acá, a ver… Ahí está… En el Congreso Productivo Bonaerense que fue un encuentro de dos jornadas donde vinieron más de 3.000 empresarios, donde tuvimos también mesas de discusión, exposiciones. Así que ayer estuvimos haciendo el cierre y hoy estamos acá haciendo la apertura. Así que uno podría decir que estamos en un momento donde la industria está atravesando un momento estelar, de protagonismo, un boom, pero lamentablemente lo que está ocurriendo es exactamente lo contrario.
Estamos viviendo uno de esos momentos que tiene la historia argentina donde avanza a paso redoblado una política económica, una voluntad del Estado nacional, una estrategia, que es de desindustrialización. De desindustrialización. Lo digo porque probablemente en el auditorio, Fede, haya quienes acompañaron con el voto al actual Gobierno nacional y por supuesto que estamos en una democracia, por supuesto que la democracia no se trata de que todos pensemos igual, ¿sino para qué iríamos a votar? Hay listas distintas, ideas distintas, proyectos distintos, pero creo que estamos en una situación bastante peculiar porque se votó como presidente de la Nación a alguien que se presentó como una novedad. Y, si bien, las cosas que decía en la tele, en las redes, en los stand up podían resultar atractivas porque eran como presuntas pociones mágicas, ¿no? Remedios mágicos a problemas históricos de los argentinos, porque se habló de dolarización, de dinamitar el Banco Central, de los vouchers educativos y, bueno, todas cosas que eran relativamente nuevas. Y tal vez la novedad atrajo, la novedad atrajo, porque problemas teníamos de difícil solución y en algunos grandes frustraciones. Entonces alguien habrá dicho ‘probemos con esto que es nuevo, a ver si esto funciona’. Y yo no vengo a deslegitimar, menos todavía a pelearme, a discutir con el voto de nuestra sociedad que fue mayoritario. A nivel nacional, en el balotaje, fue mayoritario. 56 puntos fueron los votos que lo hicieron, en el balotaje, a Milei presidente. Después podríamos hacer bastantes análisis. Uno de ellos es que, bueno, en las PASO apareció La Libertad Avanza como una novedad, 30%, una elección de tercios. Después el que gana las PASO teóricamente junta fuerza y en las generales le va muy bien. Eso no ocurrió. En las generales nuestra fuerza política, Sergio Masa como candidato, se impuso. Y luego, en el balotaje, y, se juntaron las otras dos fuerzas, la segunda y la tercera, y así construyeron un resultado que… pero bueno, como no soy analista político y tampoco venimos a hablar de eso, lo único que quiero decir es que acá en provincia de Buenos Aires, con la misma situación nacional, las mismas dificultades, los mismos problemas, las mismas críticas, autocríticas, las mismas discusiones, acá en provincia de Buenos Aires no pasó eso. La historia es otra.
La historia fue que nuestra fuerza política ganó en las PASO, ganó en las generales y ganó en el balotaje. Y ganó en el balotaje. Y eso simplemente lo digo para darme ánimos, para darme ánimos, ¿no? Porque estamos en una situación complicada. Así que disculpen la sinceridad, pero no era para cancherearla, sinopara explicar y renovar de alguna manera un contrato electoral que nosotros también tenemos. Yo les debo decir, vengo a confesar acá que no soy anarcocapitalista, que no soy liberal libertario, y menos todavía de la Escuela Austríaca. No soy. Así que difícil que quiera acompañar estas políticas, porque además para colmo sí soy economista, me dediqué durante mucho tiempo de mi vida a la historia del pensamiento económico, a la historia de las doctrinas económicas, de las escuelas económicas, así que tuve la suerte o la desgracia de estudiar a todos los autores que forman parte del corpus, del conjunto de ideas, que conforman la Escuela Austríaca.
Seguramente para ustedes la Escuela Austríaca es como que les hable de la formación de un equipo de fútbol de no sé, qué sé yo. Böhm-Bawerk, Mises, ¿quiénes son? ¿Y qué pueden aportarle a la Argentina? Bueno, yo lamentablemente los estudié, los enseñé mucho tiempo, los leí, Hayek. Los leí, daba clases de eso. Escribí sobre eso y tengo una certeza que es que la Escuela Austríaca en Argentina siglo XXI no sirve para nada, para absolutamente nada. No hay una sola idea de todo eso que leí que contribuya a los problemas que tenemos. Que tenemos problemas pero no es por ahí.
Capaz que hablar en los canales de televisión, \’yo soy austríaco\’, hay una particularidad con la Escuela Austríaca. Yo creo que uno va a Austria hoy y no encuentra un solo austríaco de la Escuela Austríaca de Milei, son muy poquitos. Puede ser que Milei sea el economista de la Escuela Austríaca más importante, porque probablemente sea casi el único. Entonces le dan premios, claro.
Y lo digo no para denigrarlo sino simplemente para explicarles la situación en la que estamos. Ganó un presidente que tiene unas ideas muy establecidas, está muy convencido de una teoría económica que todos ustedes, y la gran mayoría de nuestro pueblo, desconoce. No lo digo ni bien ni mal, pero probablemente la Escuela Austríaca muchos de ustedes no sabían ni que existía. Y de repente hoy el presidente que se ha elegido participa, forma parte, y cree, y tiene esas convicciones, ese dogma y cree que lo tiene que aplicar hoy.
¿Por qué digo esto? Digo esto porque primero creo que muchos lo pueden haber acompañado y votado pero lo que está haciendo, el programa económico que está llevando adelante no es de la Escuela Austríaca. Ahí ya tenemos un problemita, porque tal vez alguien lo votó para que lleve adelante la dolarización y que dinamite el Banco Central y que haga lo que había dicho en campaña, no lo está haciendo. Está haciendo otra cosa y esa cosa que está haciendo sí la conoce el empresariado nacional, porque ya se hizo varias veces. Entonces ahí hay menos novedad, por más que las convicciones del presidente sean unas, que las expresaba en campaña muy histriónicamente, ¿no? Iba y rompía piñatas del Banco Central, bueno, está bien. Digo porque son cosas que ocurrieron, no las estoy calificando. Y ganó la elección, por más que en la provincia de Buenos Aires hayamos votado distinto, pero ganó la elección.
Ahora lo que está haciendo tenía una condición, él lo dijo varias veces, que es que \’no vamos a poder hacer cosas cosas diferentes con los mismos de siempre\’, ¿se acuerdan de esto? Esto fue un slogan de campaña. Y efectivamente estaba acompañado por dirigentes, hoy dirigentes políticos, hoy gente con altos cargos y altas responsabilidades como Marra, Lemoine, Posse, eran su grupo político, los que se veía en la tele. Pero en el Ministerio de Economía no fue ninguno de esos, fue Toto Caputo. Al Ministerio de Economía fue Toto Caputo. Ahí hay menos novedades, y lo digo de nuevo, sin ánimos de chicanear, quiero entender la situación compleja en la que estamos o quiero compartir con ustedes mi visión sobre la situación compleja en la que estamos.
Toto Caputo no es austríaco, no es. Es un hombre que se dedica a esto, que fue ministro de Economía y nunca había hablado ni de Böhm-Bawerk, ni de Von Mises, ni de Hayek, ni de Rothbard, no había hablado de eso. No sé si los leyó. Y en esto no quiero, pero no forma parte de esta ideología. Toto Caputo es un hombre que fue ministro de Economía en Argentina, vimos su experiencia, nos endeudó hasta acá, abrió las importaciones, posibilitó un tarifazo enorme y generó políticas macroeconómicas contrarias a la industria nacional, ¿lo vieron durante la época de Macri? A él sí lo conocemos, sabemos cómo piensa y sabemos qué hace y lo está haciendo de nuevo. Tal vez más rápido y más profundo. Había un libro que creo que se llamaba Segundo tiempo de Macri, donde hacía un balance de su gobierno.
Y digo todo esto porque hay que comprender, hay que entender, qué es lo que está pasando. Y lo que está pasando es que están aplicando una política económica muy similar a todos los planes de ajuste que tuvola historia argentina, que tuvo muchos y todos esos planes de ajustes, esos planes neoliberales del Consenso de Washington, desindustrializaron porque tienen el mismo paquete de ideas y es lo que están aplicando hoy. No es ni austríaco, ni liberal libertario, es eso. De la misma manera que Sturzenegger no es austríaco, ni tampoco, es más bien el que le llevó la Ley Bases, el DNU a Milei, que es lo que está rigiendo hoy. Es decir que lo que nos está gobernado, el programa económico que hay, y lo dicen los mismos economistas más prestigiosos que acompañaron a Milei desde antes, dicen ‘Milei no está haciendo lo que prometió, ni lo que dijo, ni está haciendo una política liberal, ni libertaria ni nada, está haciendo otra cosa’. Sí, está haciendo otra cosa.
Ahora, esa otra cosa que está haciendo es muy grave para la industria nacional. Es muy grave para la industria nacional, es muy peligrosa, es muy riesgosa. Perdón, lo venimos diciendo hace tiempo, lo dijimos en campaña, si vienen con ese paquete de nuevo, el mismo paquete que aplicaron en los noventa, el mismo paquete que aplicaron durante la época de Martínez de Hoz, el mismo paquete que aplicaron durante la época de Macri con pequeñas variaciones, no podemos tener resultados distintos. No vamos a tener resultados distintos.
Si uno enumera, y no se deja llevar ni por el Twitter, ni por las declaraciones, ni por las conferencias internacionales, sino que mira el Boletín Oficial, mira la realidad y las políticas que están aplicando, y bueno. ¿Qué es lo que le pasa a la industria? Hoy veía que en Villa Rosa, está Ferrum y FV, cierres, suspensiones y es lo que tenemos en todo el cuadro industrial.
Ayer estábamos en una reunión que convocó empresas productivas, industriales de toda la provincia de Buenos Aires. Están todas igual. Algunas suspendiendo, otras despidiendo, otras aguantando y resistiendo para no hacer ni una cosa ni la otra, y todas con muchas dificultades por las caídas de las ventas. Entonces, volvemos, hay teoría económica, alta teoría económica, podemos explicar las derivadas, podemos explicar un modelito, podemos explicar mil cosas pero después está la realidad que ustedes ven en sus balances. En los balances de ustedes, si no hay crédito, si suben las tarifas y al mismo tiempo les bajan las ventas y les abren las importaciones, y bueno, tampoco hay que ser un doctor en Harvard, ¿no? para entender lo que le pasa a la industria nacional.
Mientras siga pasando esto, va a seguir así, una caída del consumo. ¿Por qué cae el consumo? Porque han bajado mucho los salarios. Yo lo he discutido, lo he discutido acá en Pilar, cada vez que puedo lo digo porque me parece que es evidente. La doctrina económica convencional dice que bajar los salarios le mejora la rentabilidad a los empresarios, ¿no? Lo digo al revés, si los salarios están muy altos es un problema para la productividad, para la competitividad, para los costos, lo mismo los salarios, cargas sociales, todo lo que venga como política salarial. Si eso baja, mejoran las industrias. Pero ¿qué vemos del otro lado? Del otro lado vemos que cuando te está bajando a vos el costo, al mismo tiempo, como es general, macroeconómico, te bajan las ventas. Entonces a vos te baja 20%, supongamos, como ocurrió con el salario real, uno de los episodios de la caída del salario real más graves de la historia argentina, el que estamos viviendo hoy. Comparable con Martínez de Hoz, comparable con Cavallo al principio, comparable con la crisis del 2001, comparable con la pandemia, comparable con las peores crisis de la historia. Caída de 25 puntos empezó el salario real.
Entonces vos decís, bueno, si cae el salario real 25 puntos, es que yo subo los precios más que lo que me suben los costos porque el salario real es inflación, que serían tus precios, contra el salario nominal, que son tus costos, entonces, bueno, ganaré más plata, ¿pero qué problema hay? Vos bajas 25% los salarios. Los salarios son, ¿qué puedo decir? 30%, 40%, en algunos casos, de tu estructura de costo, entonces lo que te ahorras en términos de costo es una caída del 25% sobre el 40% de tus costos. Un 10% te ahorrarás, pero después vas a vender y tus ingresos caen 25%. Entonces te ahorraste un 10%, pero vendés un 25% menos. Es más o menos regla de 3 simple. Así que ahí es donde empezás a no vender por la caída del consumo. ¿Cuál fue el inicio? Caída de los salarios, que teóricamente es lo que quieren los empresarios, digamos, en teoría, pero el resultado es este que estamos viendo. Una destrucción del mercado interno porque cae el salario, cae el consumo. Lo decía Fede recién. Una vez que cae el consumo, no vendes. Si no vendés, no tenés qué producir. Y cuando empezás a no producir… Y eso va generando una bola de nieve o un círculo vicioso, porque cuando suspendes y despedís menos demanda hay, si es generalizado, entonces menos vendes de nuevo y más tenés que suspender… Bueno, ya lo conocimos, ya lo vivimos. No le voy a explicar a un industrial o a un empresario nacional lo que ocurre cuando se destruye el mercado interno, además porque buena parte de nuestra industria, no toda, pero una parte importante, 70%, 80%, va al mercado interno. Entonces el consumo interno es buena parte de las ventas de nuestro tejido industrial bonaerense.
Si además les metés un tarifazo y restringís el crédito, hay problemas de acceso al crédito, que además los problemas de acceso al crédito se retroalimentan también porque ¿quién te va a prestar si no estás vendiendo? Es para mantenerte vivo, ¿no? ¡Qué les voy a contar! Es lo que estamos viviendo. Y no es producto de una casualidad, ‘bueno, qué mala leche’. No. Es una política económica que se aplicó muchísimas veces en la Argentina.
Yo quería mencionar esto porque no sé cuánto va a resistir, cuánto va a resistir, nuestro entramado industrial de la provincia de Buenos Aires y cuando a mi me dicen ‘bueno, pero te oponés, te enojás, no querés ir, los criticás’. Y, bueno, pero lo decía al principio, yo estoy acá porque fuimos a elecciones, dijimos qué queríamos hacer y qué queríamos defender. Nos votaron. Así que es cierto que Milei tiene un mandato y su legitimidad. Bueno, acá en la provincia de Buenos Aires, acá en el municipio de Pilar también tenemos un mandato, también tenemos legitimidad y eso dice: proteger la producción y el trabajo. Proteger la producción y el trabajo. Y es lo que estamos haciendo. Y si la política nacional viene a destruirlo, nosotros tenemos la obligación. Y sí, y nos comeremos un montón de enojos, a veces de insultos, de denigraciones, de tweets, de memes. Bueno, y sí. Y sí, pero si esto continúa, con esta velocidad, esta profundidad, si, como decían ayer: ‘no vamos a cambiar nada’, ‘no vamos a retroceder ni para tomar impulso’, bueno, estamos en un panorama complicado. Y repito, muchos lo votaron, pero no está haciendo lo que dijo. Si hiciera lo que dijo, en mi opinión, estaríamos peor, pero bueno, ponele que era novedoso y original. Esto que está pasando, de novedoso y original no tienen nada. Digo, Toto Caputo en el ministerio, Patricia Bullrich en Seguridad, Sturzenegger. Es un revival del gobierno de Macri. Seguridad y Economía, el núcleo de un proyecto neoliberal.
Entonces, bueno, después se pelearán internamente por cuestiones de poder, pero me parece que lo que estamos viviendo es eso. ¿Y a dónde va? Hablábamos ayer largamente sobre esto, pero yo quiero hacer unos comentarios más porque está en la web, si alguien ver, se aplica lo que dije ayer, pero no quiero repetirme. Entonces quiero hacer unos comentarios.
Van a un país de una estructura primaria. Van a un país sin industria. En otro momento se hizo eso. Por ejemplo, me acuerdo de Pancho Cabrera, ¿se acuerdan? Pancho Cabrera. Pau, español, te acordás de Pancho Cabrera, porque fue… Te echó la culpa, Pancho Cabrera. Bueno. Entonces teníamos un… Ahora no hay Ministerio de Industria, no hay Ministerio de Producción, no hay nada de eso, ni parecido. No hay Ministerio de Educación en la Argentina. Vos decías ‘nos interesa la educación’, no hay ni ministro de Educación, desde 1853 que no pasa eso, que no hay ministro de Educación. Entonces, ¿a qué aspiran? ¿A dónde va esto? Porque yo digo, ¿cuánto va a aguantar la industria?, pero bueno, en la época de Macri no decían que venían a desindustrializar, ahora sí. Ahora es explícito. O sea, que tiran contra la dirigencia política pero no es contra la dirigencia política, piensan que no hace falta industria en la Argentina, que está de más, o que podría sobrevivir un pedacito muy chiquito, no sé, ni siquiera sé si industria en términos de capital productivo, industria, fierros, maquinarias, sino capaz que se refieren a eso con las TICs como si no fueran servicio, como si fuera una actividad industrial, productiva. Pero la industria nuestra, la que hace sanitarios, la que hace… Estuvimos el otro día en Rotoplas, la que hace nuestra industria pesada, la que hace motos, la que hace autos. Bueno esa no.
Puede parecer medio provocador, ¿no? Lo que estoy diciendo, es descarnado, pero estoy seguro de lo que estoy diciendo: quieren un país sin industria. Les parece que es un error, que es un desvío, que es una gran equivocación que haya industria en la Argentina. Lo digo así, y confrontenlo, pruebenlo, busquen un solo discurso donde hayan mencionado a la industria nacional como una preocupación, como un objetivo, mejorarla… nada, no hay ni una palabra. No hay una palabra. Y lo digo con esta certeza porque como economista conozco esta discusión, entre quienes piensan que nosotros deberíamos ser un país que solo se dedique a explotar la materia prima que tiene, a extraerla, o producir, pero materia prima, y exportarla al exterior y todo lo demás comprarlo desde el exterior. Por eso cuando habla el presidente de cuál es el paraíso perdido, a dónde nos quiere llevar, dice ‘el modelo agroexportador’, dice fines del siglo XIX. El modelo agroexportador, Argentina venía de ser colonia, dejó de ser colonia, y empezó a formar parte, de alguna manera, del sistema comercial británico con la subordinación, le vendíamos el alimento, nos devolvían los productos manufacturados.
¿Está bien o está mal esa especialización productiva de la Argentina? ¿Está bien o está mal? Y lo podemos discutir desapasionadamente en un pizarrón, lo podemos discutir con varios papers, con estadísticas, trayendo experiencias internacionales, lo que yo digo es que aplicar ese programa hoy es destruir capacidades, destruir inversiones, destruir trabajo argentino y destruir industria nacional. O sea, llevarnos a principios del siglo XX o fines del XIX, de donde estamos hoy… por eso me opongo también, porque la provincia de Buenos Aires tiene el 50% de la industria nacional, está en la provincia de Buenos Aires. ¿Qué le toca al gobernador de la provincia de Buenos Aires? Además de creer en eso, además de haberlo defendido siempre, como decía recién Fede, además de creer que es lo mejor para el país, tengo la obligación de representar y defender a nuestra industria.
Entonces, la verdad que si me quieren convertir -y miren que nosotros tenemos agro también- así que defender a la industria no es atacar al agro. Ni a la minería, ni al petróleo. Defender a la industria no es atacar al agro. Lo que sí digo es que si nosotros tenemos capacidad de producción, mucha productividad, mucha competitividad en el sector agropecuario y bueno, aprovechémosla para elaborarla, para meterle valor agregado, para mejorar la tecnologías y la productividad en la Argentina. ¿De qué me sirve sacar petróleo, ponerlo en un caño, subirlo a un barco y que no quede acá ni el trabajo, ni las divisas, ni la energía y que se vaya todo? Así que muy bien con las riquezas naturales, ¿cuál es nuestro punto? El trabajo que las elabora tiene que ser argentino, tiene que darse en la Argentina. Y esa energía tiene que abastecer la industria nacional y el bienestar de las familias y los salarios de la Argentina, sino modelo extractivista.
Pero digo lo más triste de todo esto, ya se hizo, ya se probó y fracasó. En todo el mundo, pero particularmente en la Argentina. Porque te dicen ‘¿a dónde queremos ir? ¿Qué es lo que añoramos? A Roca, a Avellaneda’. ¿Avellaneda? Éramos un país agroexportador, ¿no? Teníamos la pampa húmeda, y los productos de acá, los cueros, después la carne, la lana. Bueno, todo eso de exportación. Después venía la ropa, la pilcha manufacturada afuera que teníamos que pagar. ¿Por qué dejamos de tener modelo agroexportador en la Argentina? No fue porque los industrialistas dimos una discusión, tenemos que elaborarlo acá, no fue por eso. Fue porque el modelo de especialización productiva basada solo en commodities en la producción de productos primarios, ya sea productos agropecuarios, o productos de la minería, o los hidrocarburos de exportación, es de una fragilidad, de una dependencia diría si le quiero poner… Pero si lo miro como economista, de una fragilidad enorme, de una vulnerabilidad enorme. Te caen los precios internacionales y te quedas en Pampa y la vía. Y es lo que pasó. Es lo que pasó y además, no te genera capital doméstico, ni posibilidad de una infraestructura.
Ustedes se acuerdan, o habrán estudiado o leído. Tuvimos grandes crisis durante el agroexportador, recurrentes porque para generar la infraestructura que se necesitaba para sostener el crecimiento del modelo agroexportador había que hacer puertos, había que hacer ferrocarriles. Argentina se endeudó, ¿se acuerdan de la Baring Brothers? Hace poquito se cumplió… El primer crédito de la Baring Brothers lo tomó el Banco de la provincia de Buenos Aires, fue el operador del crédito de la Baring Brothers. Ese que nos prestaron un millón de libras esterlinas. Un montón de guita para hacer el puerto de Buenos Aires. Cuando llegó acá se habían comido la mitad, medio palo quedaba y nunca se hizo ese puerto con esa plata.
O sea, que los manejito con la deuda vienen de largo. Pero hay otro problema, cuando empiezan a tener problemas con los precios internacionales, no se pudo pagar más ese crédito y Argentina fue a default. La Baring Brothers, una de las casas de crédito más grandes del mundo, quebrada por Argentina. La crisis internacional por Argentina, crédito internacional. Lo mismo, el agroexportador como no genera acumulación de capital y necesita infraestructura y obra pública, va al endeudamiento. O sea, que primarización y endeudamiento es el modelo. No es solo primarización. Y es lo que están haciendo y es lo que quieren seguir haciendo y profundizar: primarización y endeudamiento. Dos cuestiones de suma fragilidad para una economía. Suma fragilidad. Si vos te dedicás sólo a lo primario… Y después el drama social que significa. Ese paraíso perdido del agroexportador, que tuvo mucha inmigración porque querían traer mano de obra calificada de los países centrales, sobre todo anglosajones, bueno, no vieron los anglosajones prioritariamente, vinieron los latinos, vinieron los españoles. Vinieron después los eslavos, vinieron otras corrientes inmigratorias que no eran las que estaban buscando o esperaban. Pero bueno, vinieron acá y no tenían ni tierra, ni condiciones de trabajo, estaban en conventillos acá, apiñados, con salarios muy bajos y condiciones de vida espantosa. Porque eso es lo que genera: salarios bajos, salarios bajos, condiciones materiales muy, muy precarias. Hay informes, hablábamos el otro día, hay estadísticas que muestran que ese modelo genera mucha riqueza pero en muy poquitas manos. La aristocracia terrateniente, si iban con la vaca, se subían y se iban ahí y tenían el palacete en París. Pero el resto acá, incluso la inmigración que habían traído, estaban en condiciones muy malas.
Ese es el modelo de país. Y lo están diciendo: primario, exportador, endeudado, subordinado y dependiente, sin industria propia. ¿Necesitan universidades? Vos que hablás de la universidad acá en Pilar, ¿necesitan universidades por todos lados? Y, yo diría que hasta podría funcionar, hasta me ánimo a decir, solo con educación privada. Es muy concentrado, es un puñado. Incluso con mano de obra calificada importada. Los ingenieros de afuera, para qué vas a formar un montón de ingenieros, para qué vas a formar si lo que tenes que hacer tiene esa dimensión.
Bueno, eso es lo que a mi me preocupa. Ese modelo es un modelo de mucha desigualdad. Es un modelo de precarización para la enorme mayoría y, es cierto, para determinados sectores, mucha riqueza.
Yo, disculpen que les hable de esto, pero es lo que se está discutiendo hoy. Parece que estamos discutiendo el último tweet. Parece que estamos discutiendo un meme y las giras internacionales. O los perros. No. Estamos discutiendo eso. Lo que yo estoy planteando acá es lo que se está discutiendo, si este país tiene o no que tener industria, cuáles son los instrumentos para que tenga esa industria, cómo sostenemos esa industria y cómo mejoramos esa industria o si no tiene que tener eso, nos tenemos que dedicar al litio, a los minerales preciosos, digamos, a los metales preciosos, y al petróleo y, después, a los productos agropecuarios de bajo nivel de elaboración, valor agregado. Estamos discutiendo eso, eh. Y ahora se dice, a boca de jarro, ‘¿qué problema hubo?’. Bueno, ese modelo, todas las dificultades que teníamos. No era un lecho de rosas, todo lo contrario. Todo lo contrario. Nuestro primer centenario fue con represión, con estado de sitio porque había mucho… con estado de sitio, eh, el primer centenario de la Argentina. Después de crisis recurrentes, defaults. Entonces dijeron, bueno, parecido a lo de ahora, ‘vamos a pagar la deuda’ dijo Avellaneda, ‘con la sed y el hambre de los argentinos’.
Cuando vemos hoy a dónde está encaminada toda esta política, sí, a pagar la deuda, sobre todo, que tomó el mismo Caputo en la etapa anterior. Ahora, ¿qué problema hubo? Muy vulnerable. Bajan los precios internacionales y toda esa riqueza que tenías… Y peor, ¿qué otro problema hubo? Se interrumpió el comercio internacional porque se gestó, ahí, a principios del siglo XX, una etapa de nacionalismos y se produjo una guerra, que es la Primera Guerra Mundial, que interrumpió el comercio exterior. Por la cuestión de la guerra y también porque… por los alineamientos. Argentina tenía la neutralidad para poder venderle los granos a todos. El granero del mundo quería venderle… pero no. Vos mandabas un barco a Inglaterra y estaban los submarinos, Primera Guerra, eh, alemanes que te hundían los barcos con tus productos. Primera Guerra Mundial. Entonces se interrumpió. Y ahí empezó la industrialización en la Argentina. Fue una industrialización forzada, con gobiernos conservadores. La primera. El comienzo de la industrialización en la Argentina, porque se corta el comercio internacional y acá no hacíamos ni los ponchos, ni las alpargatas. No hacíamos nada. Entonces hubo que empezar a producir acá. Y así empieza una pequeña, los esbozos de la metal mecánica, de los ferrocarriles, de los talleres para… Bueno, todo se empieza a hacer acá porque no se podía traer de afuera. Estaban en guerra. Y después vino la Crisis del ‘30. Una crisis mundial, sin comerla ni beberla, pero la crisis mundial, sigue el comercio internacional interrumpido. Después, como si fuera poco, la Segunda Guerra Mundial.
Modelo agroexportador murió de muerte natural, porque dependes de la economía mundial que, a su vez, depende de factores que no manejás y a veces tiene estos inconvenientes. ‘Bueno, pero estás hablando de allá atrás’. No, te estoy hablando de la crisis del 2008, de Lehman Brothers. Estoy hablando de montones de cuestiones. Y yo decía: ¿y qué pasó entonces? Épocas de alineamientos. Después de eso, Guerra Fría, ¿no? Enfrentamiento entre dos sistemas y dónde te alineabas y el mundo dividido. Y entonces hay que tener una política exterior y los Estados importan. Bueno, ¿qué está pasando hoy? ¿Qué está pasando hoy? ¿Qué deberíamos estar discutiendo? ¿Estaba todo bien? ¿Venía todo fenómeno? No, es lo que dice Fede. Había un montón de cosas que hacer para sostener, para mejorar, para reconvertir, si hiciera falta, nuestro modelo industrial. Ahora, la peor de las soluciones es decir: liquidar la industria. Y, repito, es el plan. Tómenlo como les parezca, pero es el plan, eh. Es el plan. Y a mi me resulta tremendamente preocupante y angustioso también por los resultados que ya va teniendo. Hemos tenido caída del salario real récord. Hemos tenido caída de la producción. 5 puntos y medio de caída del producto. Tuvimos una caída del consumo del orden de los 20 puntos. Que tienen, como siempre, dos ribetes: uno, la producción y el otro la gente que no puede consumir. Estamos hablando de consumo de alimentos, supermercados. Un drama social, una tragedia social, porque el modelo de desindustrialización achica la economía argentina, baja los salarios. Está demostrado que los salarios industriales, la calificación de los trabajadores industriales y los salarios son mayores, y la productividad, que los trabajadores agropecuarios. Eso también va sobre una política de bajos salarios, bajos derechos laborales. Bueno.
Todo aquello que estamos observando, cómo se va desenvolviendo, es muy preocupante. La verdad que es muy preocupante. Por eso, yo creo que es importante juntarse a reflexionar. Creo que la perspectiva de seguir estas políticas son malas. Son malas. Reducción salarial, apertura importadora. Si a eso le agregamos tarifazos. Dificultades en el crédito. Bueno, todo eso junto y falta de infraestructura, porque dicen: ‘bueno, paramos la obra pública’. ¿Qué es la obra pública? Por donde trasladan, donde trasladamos la gente, la mercadería, la producción, donde integramos con el interior, generamos más productividad. Tenemos que hacer más inversión. Más inversión en autopistas, más inversión en puertos, más inversión aérea. No hay que parar la obra pública, hay que hacer más obra pública que permita mejorar el entramado productivo, que les dé a ustedes mayor competitividad, que les dé más facilidad. Tenemos que hacer mirá… Venía viendo, en esta… Venía viendo porque es muy impresionante la estadística de los parques industriales. Este parque industrial de Pilar es una vedete de la provincia de Buenos Aires y de la economía nacional. Es una verdadera vidriera de lo que queremos hacer. Es algo que queremos mostrar, que nos sirve, que viene creciendo. Viene creciendo muy fuertemente, pero fijense, en los últimos 4 años en la provincia de Buenos Aires después de un parate, después de un retroceso, en los últimos 4 años, en nuestra gestión anterior, 33 nuevos parques industriales se hicieron a lo largo y a lo ancho de la Provincia. Política pública, planificación del desarrollo industrial, política energética al servicio de la producción nacional, infraestructura al servicio de la producción nacional.
La producción y el trabajo es lo que estructura nuestra concepción y nuestras políticas. Pero bueno, hoy estamos en la situación en la que estamos. ¿Qué hace la provincia de Buenos Aires? Puedo hablar largo de lo que venimos haciendo. En materia de créditos, porque todos dicen ‘bueno, el Banco de la Provincia de Buenos Aires’. Estaban hablando de privatizar la banca pública. Yo les digo hoy, el Banco de la Provincia de Buenos Aires tiene la misma normativa que la banca privada. La misma, pero tiene una cartera mucho más grande de crédito productivo. ¿Por qué? Porque nosotros concebimos al Banco de la Provincia de Buenos Aires como un banco de fomento y de desarrollo. O sea, es un banco público que tiene como objetivo desarrollar la industria nacional y provincial. Por eso es un esfuerzo mayor, por eso el despliegue territorial, por eso la presencia, por eso el enorme crecimiento en términos de créditos para las Pymes y para el sector productivo, para la producción bonaerense y para la producción… Y un banco privado puede hacer lo mismo, pero le presta a los grandes, corre menos riesgos a veces. Me acuerdo cuando habíamos lanzado programas de créditos. No tenía las capacidades para el análisis de todas las carpetas. Se necesita una orientación al crédito productivo. Bueno, eso es la banca pública. Y después Cuenta DNI. Que dicen ‘ah, bueno, le están haciendo un descuento’. Estamos ayudando a la producción bonaerense.
La Cuenta DNI cuando da un reintegro, cuando da un descuento, cuando tiene una política de fomento al consumo, ayuda en un marco tan complicado, obviamente, a las familias. Cuando uno ve colas de compras o Provincia Compras. ¿Qué hace? Da créditos al consumo, da ventajas al consumo que permite sostener el nivel de la demanda, que permite sostener la producción, que permite sostener el empleo.
Eso es la banca pública, créditos de los productores, ayuda al consumo. Eso es una política de crédito para industrializar y para sostener la industria. ¿Qué podemos hacer ahora? Y bueno, hacer los esfuerzos enormes. Todos los meses tenemos que ver si nos dan los números para sostener los niveles de crédito que estamos teniendo. Porque en el medio de esto, hay un ataque al federalismo donde le están cortando fondos a las provincias.
Entonces, desde el Gobierno nacional, como decía Fede, ausentista, más que eso, desertor de sus obligaciones y dice que de todo se encarguen las provincias. Pero recayó sobre las provincias buena parte del ajuste, sobre los jubilados, sobre las provincias. Esos ahorros teóricos que hicieron, ¿de dónde salen? De las jubilaciones, salen de la obra pública, que es lo que liquidó la construcción, que mucha de la industria productiva bonaerense es también para la construcción. Por eso esto que está ocurriendo
Y también aumento de los precios de los pasajes. Con esto un breve parrafito, muy breve sobre esto. Cuando dicen ‘subsidian el transporte’, ¿no? Entonces parece que es plata que se regala graciosamente al laburante que va todos los días a laburar. Es salario indirecto. Es salario indirecto. Si el costo del transporte sube, me lo pueden decir ustedes porque está pasando en toda la provincia, si el costo del transporte sube, el trabajador que no le alcanza el sueldo viene a pedir viático, más para viáticos, aumento de sueldo. Entonces, resulta que tener boleto de colectivo, boleto de tren más económico, lo que permitía era, primero que una parte del ingreso descargara al consumo de los sectores populares y que por otro lado, que no tuviera que pagarlo el empresario, que no lo tuviera que pagar la pyme en modo salario. Salario indirecto se llama.
Ahora estamos descubriendo que la política de transporte accesible, económico, en realidad no era un subsidio para que votaran a tal… era parte de una política que sostiene de esa manera la capacidad productiva, que aligera la carga sobre las industrias productivas, y que al mismo tiempo libera productos para el consumo, que a su vez fomentan el mercado interno. Pero eso es política de industrialización.
Por eso no va existir más, por eso vamos camino a que no exista más. Y creo que en ese sentido es importante reunirse, reflexionar, pensar y tener propuestas también, porque si no parece que defendemos todo tal cual es, que está todo perfecto y que nadie lo toque. No, no es lo que pensamos. Yo creo que defender la educación, defender la salud pública, defender la obra pública y defender la industria nacional y la producción nacional, no es decir que está todo perfecto, es mejorarlo y transformarlo. Eso es defenderlo: criticarlo, mejorarlo y transformarlo. Pero no decir ‘está mal, entonces los destruyó todo, no me gusta, es poco productivo, son todos planeros, tienen crédito público y entonces destruyó toda la industria nacional’. Vamos a ir a un país muy empobrecido. ¿Y después que?
El modelo agroexportador tuvo dos episodios complicados. Uno cuando venía en el origen de nuestra historia económica y de nuestra inserción al mercado mundial, el modelo agroexportador tiene el problema de esto que ocurre, lo llamaba algo así como ‘la era de las calamidades, de las catástrofes’ Hobsbawm, ¿no? Primera Guerra Mundial, Crisis del 30, Segunda Guerra Mundial, no se pudo más. Por más que fueras como los de ahora, ¿no? que queres volver al agroexportador, no hagamos nada de industria acá, imposible.
Entonces así se empieza a generar nuestra industria. Después se le dio un impulso durante el primer peronismo, durante el peronismo, un impulso ya con planificación, con políticas de Estado, con un interés también que tiene en cuenta la soberanía, cuestiones geoestratégicas. Bueno, otra mirada, robustecer el tejido industrial, empezar a producir acá acero, empezar a producir automóviles, empezar a producir. Eso junto con el tejido que tenemos científico tecnológico y universitario. Bueno, eso es un modelo.
¿Y cuál es el próximo problema? Se empieza a discutir de nuevo. De hecho cuando vienen las políticas neoliberales, vienen a patear en contra. Eso es lo que pasa a partir de 1976, en contra de ese modelo. Entonces te ponían una silla, ¿se acuerdan? Una silla de industria nacional, una silla importada, se sentaba en la silla nacional, se rompía y decían ‘todo tiene que ser importado’. Así que hubo un nivel propagandístico contra la industria nacional y las políticas que lo acompañan.
Pero, ¿qué discusión suscitó eso? Que además, además de ser vulnerable, además de ser frágil una economía primarizada y con esa incorporación al mercado mundial, además es muy injusto. Esto ya es el desarrollismo, la década de los ‘50, ‘60. ‘70. Raúl Prébisch, ¿les suena? Sí, Raúl Prébisch, Escuela Estructuralista, defensor de que en los países periféricos tenía que haber industria también, contra los que decían ‘bueno, nos industrializamos pero fue porque estuvimos forzados. Ahora hay que volver a especializarnos exclusivamente en aquello en lo que tenemos ventajas comparativas y entonces volvamos al agroexportador’. Lo mismo que ahora, eh, volvamos al agroexportador, liquidemos la industria. Fue un desvío que no servía para nada, que nos lleva a la frustración.
¿Y qué fue lo que explicó Présbich en aquel momento? Que el problema que hay si vos te dedicas solo a la producción de productos primarios, deberías cada vez poder importar más productos industriales por tu producto primario. ¿Por qué? Porque la productividad en la industria va más rápido que la productividad en el campo. ¿Se entiende lo que estoy diciendo? Es decir, que te vas a enriquecer y vas a ser socio del fruto de los productos, de las mejoras de la productividad y de la tecnología.
¿Qué demuestra Prébisch en serie de largo plazo? Que no, que es al revés, que cada vez por productos primarios, conseguís menos productos industriales. Así que además te estafan en el mercado mundial. Terminás comprando más caro.
Conclusión, la fragilidad, las condiciones precarias de vida, un país de una sociedad dividida entre pocos que tienen mucho y muchos que no tienen nada. Lo vemos en otros países, eh, acá cerquita. No es que sea un invento, no, ‘¿de qué está hablando?’. Lo vemos en países que funcionan así. Algunos de ustedes deben haber recorrido un poco Latinoamérica y ven países que son así, que tienen un pequeño sector, una élite muy conectada al mundo, muy globalizada, que vive muy bien, que tiene buenas condiciones y después masivamente condiciones de vida pero muy, muy calamitosas, ¿no? Es un modelo posible, y que su producción es un mineral que exportan. No quiero nombrar países porque parece que fuera despectivo, pero exportan determinados minerales, unos pocos minerales, bueno, y están quienes están asociados a eso, y todo los demás una enorme precariedad y vulnerabilidad.
Bueno, ese modelo, ese modelo que es un modelo posible para la Argentina es el que estamos discutiendo hoy. Ahora, no vamos a tener ni parques industriales, ni pymes productivas. No vamos a tener, no vamos a tener porque no hay, vayan a verlo, no hay. El tejido, la estructura productiva que tiene la Argentina, la industrialización, está en algún sector de Brasil pero en Latinoamérica… bueno, después México pero por su vínculo con…
Así que hoy tendríamos que estar discutiendo otras cosas, cómo mejoramos la productividad, cómo tenemos más ciencia y tecnología, cómo conseguimos patentes, cómo innovamos, cómo metemos la inteligencia artificial, la digitalización en nuestro aparato productivo, en qué nos especializamos más, todo eso. Pero destruir toda la industria nacional es la verdad, es la verdad una catástrofe. Es una catástrofe histórica.
No me voy a pelear ni por un meme, ni por un insulto, ni por una denigración, ni por quién firma tal cosa, ni por tal otra. Lo que queremos hacer acá en la provincia de Buenos Aires es proteger y defender a nuestro tejido industrial, esperando poder cambiar estas políticas porque estas políticas no les sirven.
Así que ahí nosotros tenemos una responsabilidad. Y no es una responsabilidad que sea sólo de la dirigencia política. Por eso es muy importante intercambiar lo que está pasando, cuando se dan cuenta que está pasando en el otro, y que ya pasó varias veces, te das cuenta que es la misma política y que esta política es insostenible para que nuestro aparato productivo prospere, le vaya bien, o si quiera sobreviva.
Entonces vas viendo como perecen, fenecen, mueren empresas. La verdad que no lo podemos permitir. Esa es la verdad, no lo podemos permitir. Nos ha costado mucho como sociedad, como pueblo llegar a donde estamos con todas las dificultades que tenemos. Pero tenemos que avanzar, no que retroceder. Un gobierno provincial tiene instrumentos limitados, hay cosas sobre las que no llega.
Ahora, todas las capacidades que tengamos, toda nuestra política de gobierno va a estar encaminado a ese fin. Nosotros somos la provincia de la producción, del trabajo, somos la provincia del agro y también de la industria, y también de la minería, y también de los hidrocarburos. 80% de la refinación del petróleo de la Argentina se hace en la provincia de Buenos Aires. Y no queremos que todo eso sea importado o que ni siquiera se elabore acá porque no hay ni consumo, ni se puede llenar un tanque de nafta, ni se puede comprar un auto. Estaba viendo la producción automotriz ahora, es una catástrofe lo que están generando.
El llamamiento que hago, bueno por supuesto, hay muchas cosas en las que podemos no estar de acuerdo, pero quiero que nos pongamos de acuerdo en una política pública que no está en el Pacto de Mayo. Que no está en el Pacto de Mayo. Esa política tiene que ser como están haciendo los países más avanzados del mundo. Uno escucha el otro día, el debate entre Biden y Trump, dos fuerzas políticas distintas, un punto en el que estaban de acuerdo: sostener y defender la industria norteamericana, la producción norteamericana, el trabajo norteamericano, las condiciones de vida norteamericana.
Tenemos la desgracia de que hoy el discurso oficial ni habla de esto. Cuando tenemos un mundo que de nuevo volvieron los nacionalismos, de nuevo para cuidar lo propio. No estoy diciendo si está bien o está mal, pero es lo que estamos viendo en todo el planeta.
Cuidar lo propio. El beneficio de lo que tenés que representar. Acá tenemos ideas que hoy imperan, que piensan en entregar nuestros recursos naturales, en no defender nuestra soberanía, no cuidar y proteger nuestro entramado productivo y nuestra industria.
Nosotros tenemos una obligación. Si en el Pacto de Mayo no aparece fomentar, proteger, cuidar la industria nacional, yo no puedo firmar el Pacto de Mayo. Si no dice ‘mejorar las condiciones, mejorar las condiciones de los trabajadores y trabajadoras, del pueblo’, si no dice eso, yo no puedo firmar el Pacto de Mayo.
Porque no estaría representando aquello que nos da legitimidad a nosotros y lo que nos da el mandato. Así que cuenten con el gobierno de la provincia de Buenos Aires. Yo quiero agradecerle a Fede, porque es su municipio, también al Gato que está acá, Ezeiza. Estuvimos varias veces ahí también, inaugurando y ampliando los parques industriales, política pública, inversión, infraestructura, hacer las calles, los accesos, cuidar, permitir. Porque no es que hay que decidir todo Estado o todo mercado. Necesitamos políticas públicas que desde el Estado ayuden a los empresarios privados a poder seguir produciendo, a poder seguir creciendo, a poder insertarse en el mundo, a poder mejorar su competitividad, a articular con nuestro aparato científico tecnológico, con nuestras universidades, con nuestro sistema educativo.
Hemos puesto escuelas en los parques industriales para que tengan prácticas profesionalizantes. Hemos cambiado todo eso, pero necesitamos que el modelo general, que el modelo de país vaya en esa dirección.
Así que desde el punto de vista de la provincia de Buenos Aires, lo que venimos a decir es que vamos unidos a defender a la industria. Necesitamos que quienes tienen, quienes están, quienes pagan quincena hagan lo que corresponda también para defender lo que es de ustedes, porque también es un patrimonio de la Provincia.
Que tengamos industria, que seamos la principal provincia industrial, nos llena de orgullo. Y no lo vamos a entregar. Muchísimas gracias. [yotuwp type=\”videos\” id=\”UL0H-13Jbf8\” ]