Qué lindo, Fede, estar de nuevo en Bahía Blanca. La verdad que se me ocurren muchas cosas para decir, porque se habrán dado cuenta de que empezó el año y, por lo menos, el Gobierno nacional, sus funcionarios, su sistema de medios y de redes, empezó una campaña electoral que promete ser la campaña sucia, más roñosa de la historia argentina.
Yo creo que estos días hemos visto expresiones que hacen acordar a otras campañas, siempre en las campañas se dicen cosas que no son, se exageran otras, se muestran algunos elementos. Bueno, todo eso es folklore, pero el otro día escuchaba al Presidente de la Nación cuando dedicaba un discurso entero a acusarme de cosas, entre ellas me acusaba de tener en la provincia de Buenos Aires, disculpen porque hasta me da un poco de vergüenza verbalizarlo, centros de castración para niños. ¿Escucharon eso? 240 centros. ¿Hay en Bahía Blanca, Intendente? No, no hay en Bahía Blanca.
Vengo de recorrer otro municipio. Creo que voy a tener que preguntar en todos los municipios de la Provincia, pero respondo ya directamente qué es lo que ocurre, como con tantas otras cosas, acaban de batir la marca más grande y el récord más grande de mentira y, también, de insulto, no a un gobernador, sino a un pueblo.
Milei, acá cuidamos a la gente, no estamos haciendo ninguna de las porquerías que pasan por tu cabeza, irreproducibles hasta para señalarlo.
Pero comento esto porque venimos de Villarino, estuvimos ahí recorriendo también obras, acueductos, obras de agua, como en el sur y en esta región de la provincia de Buenos Aires, y también entregando escrituras a familias de Villarino, y veíamos ahí cuando llegamos nos decían ‘bueno, las tres ambulancias que vinieron, el equipamiento para los bomberos’, hechos que se vienen acumulando durante ya cinco años de gestión.
Y cada vez que algún bonaerense, alguna bonaerense del interior, pero también del conurbano, señala y reconoce una obra que se hizo, aún cuando son obras muy esperadas, históricas, siempre, siempre, a mí por lo menos, me pide y me señala una obra más. Si inauguramos una secundaria, dice ‘bueno, pero ahora el jardín de infantes’, si inauguramos una sala de salud, dice ‘falta tal cosa en el hospital’, si terminamos, como aquí, unos puentes, dicen ‘bueno, y hay que terminar tal cosa’.
Y fíjense que esa constante ocurre ahí también donde Milei consiguió muchos votos, y donde nosotros en campaña señalábamos, ‘ojo que esto del ajuste, la motosierra, terminar con la obra pública, reducir salarios, echar gente, abrir importaciones, esto no es gratuito’.
Yo venía para acá y pasé por la obra del Cholo, una obra que hemos visto muchas veces cada vez que venimos a Bahía, que hemos recorrido con Gabriel Katopodis cuando era ministro nacional, con el intendente, con Fede Susbielles, la hemos recorrido.
Yo vengo desde acá a denunciar al presidente Milei, a su Gobierno, por interrumpir mil obras públicas destinadas y encaminadas a mejorarle la vida a la gente. Muchas de ellas con financiamiento internacional, ni la motosierra ni el déficit explican nada de eso, solo una crueldad, una cuestión ideológica y una incapacidad absoluta para llevar adelante obras de gobierno y para también desplegar políticas en el territorio.
Pero repito, el contraste entre esa obra nacional tan necesaria y esta obra provincial, que como con todas las obras provinciales, no se pararon y además se terminan, a mí me deja sin necesidad de explicar nada.
Un país de obras paradas, de sueños incumplidos, de distribución no equitativa, de guita para unos pocos y desastre para los demás, o un país inclusivo con obra, con desarrollo, con identidad y con futuro.
Estos puentes, a precio viejo, 9000 y pico de millones de pesos. No puedo más que recordar, además ante autoridades universitarias. No puedo más que recordar que un día le dijeron a Milei, ‘pero, ¿cómo si hace falta un puente?’. Un puente fue el ejemplo. Y el Estado ya no va a ser más obra pública porque no es que está buscando financiamiento. Ha dicho que no va a ser más obra pública. Y Milei contesta que la tienen que hacer los vecinos y vecinas juntando plata, poniéndose de acuerdo. Es parte, participa de una idea de que no tiene que haber Estado, que vino a destruir el Estado, porque todo lo puede resolver y mejor los privados.
Miren, es una estafa de un calibre inmenso, no existe en ningún lado del planeta. En ningún lado del planeta. Menos todavía, incluso en los líderes o en los presidentes que él admira o de los que participa dentro de su club de ultraderecha.
No hay ningún lugar en el planeta donde alguien pueda creer o pueda afirmar, con algún nivel de autoridad y responsabilidad, que las grandes obras públicas de infraestructura la tienen que hacer los vecinos organizándose entre sí. No existe. Es mentira. Y para colmo, a veces a mí me gustaba hacer el ejercicio, a ver si tienen que hacer un puente de, hoy serán 16 millones de dólares, los vecinos, que a veces no pueden pagar la luz, el gas, la nafta, bueno, tienen que juntar 16 millones de dólares, pero lo encaran. Y entonces, ¿qué tendrían que hacer si no hubiera Estado? Ponerse de acuerdo, pasar la gorra y empezar un proceso para juntar, no sé en cuánto tiempo, toda esa plata.
Luego tendrían que contratar, una obra como esta no la hacen cinco albañiles, hay que hacer una licitación, a veces internacionales. Los vecinos, si han juntado la plata, tienen que encarar una licitación internacional, luego tener los proyectos, después supervisarlos, después, por supuesto, en cada momento de la obra pagarla. Después si hay algún problema con el contratista, con algo, contratar un estudio jurídico.
Supongamos que todo eso se hace. Yo le digo a Milei, lamentablemente, que tiene un nombre eso, se llama Estado. Lo que habrán construido es lo que construyeron todos los países del mundo, y Milei quiere destruir, que es un Estado que se ocupe de las necesidades de los vecinos y vecinas. Pero además, hay un problema adicional en el interior bonaerense, en los pequeños pueblos, en nuestras ciudades muy probablemente no haya ni el volumen ni el poder adquisitivo para que determinadas cuestiones ocurran en salud, en educación. Cuando Milei dice que cada uno se lo pague por sí mismo y se arregle solo, en el interior de la provincia de Buenos Aires el grueso del sistema de salud y el sistema educativo son públicos. Y no son públicos porque hemos prohibido a un empresario poner una clínica, una escuela, o 100. Ahora, hace poco, han fundido varias privadas. No son públicos porque el Estado les prohíbe, de hecho, en la Capital Federal hay enormes y lujosas clínicas, hay importantes centros educativos, muchísimos, pero tiene que ver con determinado volumen de población y determinado poder adquisitivo.
Hoy decía y repasaba, una prepaga porteña; 300 lucas, 400 lucas, 500 lucas. Una escuela privada, no de las nuestras subvencionadas, las privadas privadas; 300, 400 lucas. Ahora les está pasando a nuestros jubilados, la compra de remedios, no se puede. Hay un sector de la población que puede encarar muchísimas de sus necesidades con su bolsillo y su poder adquisitivo, pero el grueso, los trabajadores, los comerciantes, los empresarios PYME, los jubilados no pueden, el país de Milei tiene un solo nombre, injusticia, exclusión.
Los va a dejar sin nada y es lo que ya vemos, los dejó sin remedios a los viejos. Los deja sin rutas a los del interior, los deja sin escuelas, 80 escuelas paró Milei en la provincia de Buenos Aires.
Por eso, creo que es muy importante volver a discutirlo. Porque estamos en elección y ellos quieren hacer una campaña sucia.
Nosotros no queremos hacer eso y no vamos a responder de esa manera. Nosotros vamos a trabajar con argumentos, recorriendo todos los pueblos de la provincia de Buenos Aires para explicarle al que votó a Milei el país que se avecina, para explicarle que ya está teniendo efecto y cada vez va a ser peor. Como no hay posibilidad ni de comprar carne, ni leche, ni yerba mate en la República Argentina y ese país para pocos es el que está enfrentando la provincia de Buenos Aires.
Miren, pensaban que no íbamos a pagar los sueldos y los aguinaldos, y acá estamos hoy, inaugurando estos puentes, un centro para la infancia y, también, la primera de 20 obras de agua que Bahía espera hace 80 años. Acá estamos.
Quiero decir que mientras recién Fede repasaba un poco la historia de las obras del plan hídrico para Bahía Blanca me permitía recordar, recordar que cuando no gobernaba nuestra fuerza política este distrito, hubo discusiones previas a las que planteabas, que decían, bueno, siguiendo a Vidal y también otros ejemplos, ‘cuando el Gobierno municipal no es del signo del Gobierno provincial ni un vaso de agua’. Esa era la receta de Vidal. A los intendentes del peronismo, absolutamente nada. Con una motivación política, que es que no haya nada en cada ciudad donde no gobernaban ellos y, de esa manera, ver si quebraban la voluntad, la inclinación de esos pueblos, de esos partidos y conseguían los votos.
Nosotros, Fede, y gracias a vos también, llevamos adelante la política contraria. Dijimos ‘para gobernar Bahía Blanca, hay que prometerle a Bahía Blanca lo que necesita y lo que no tiene hace tanto tiempo, gobierne quien gobierne’. Y fue Fede el que se puso a la cabeza de impulsar esas obras contra todas las recetas y todos los manuales.
Y después, cuando en el ‘21 nos va mal en la elección dicen, ‘ven, es un despilfarro, un gasto’, como si la obra tuviera que medirse en votos. Yo digo que para demostrarle a Bahía Blanca que había un compromiso, que había una decisión y que era un tema de justicia, no solamente de gobierno, nos propusimos terminar las obras gobierne quien gobierne y cueste lo que cueste. Pero, Fede, esto es 100.000 veces más sencillo con un intendente como vos.
Y quiero decir algo más porque venimos de Villarino, también, obras millonarias para localidades remotas, pequeñas, esas que en general la política descartaba. Y pasa con estas obras tan importantes, yo me animo a decir estructurales, algunas casi faraónicas.
Estamos encarando ahora el cambio de cañerías, ¿cuánto es, Kato? 83.000 metros de cañería. Obras necesarias, indudablemente, ¿por qué no se hacían? Este tipo de obras no las hacían porque son obras muy caras, son obras que tardan mucho y probablemente no coincidan con tiempos ni periodos electorales y son obras que van enterradas muchas veces y ni siquiera se ven, o que están en lugares distantes. El cálculo simple dice, ‘esa obra no y más en el interior’. Porque algunos dicen, ‘allá donde viven millones de personas es más efectivo y rinde más hacer una inversión en obra pública’. Y entonces, con ese criterio, ni se empezaban ni se hacían las obras.
Hoy yo, la verdad, que habiendo transcurrido todo este tiempo, habiendo llevado adelante todos los pasos, habiendo tenido que soportar también un intento de Milei de fundir a todas las provincias y a la nuestra, de sacarle todos los recursos, su crisis económica y de consumo que genera dificultades en la recaudación y teniendo, también, que pasar la devaluación más grande de la historia argentina, que es la que hace ni bien asume, en esos días donde vino para acá y yo digo, ‘Milei mejor que no hubiera venido’. Nos dijo, ‘arréglense con lo que puedan’. Y en ese momento nos pareció complicado, pero yo digo, le hicimos caso. Bahía y la provincia, nos arreglamos con lo que tenemos, que es recursos, que es trabajo y que es gobierno, pero es un pueblo solidario, que no atiende a ninguna de esas recetas de ‘sálvese quien pueda y solo importo yo’.
Y por eso decía, estas obras que han atravesado tantas dificultades, hoy ese plan enorme de, a precio de hoy, 100.000 millones de pesos aproximadamente, 100 millones de dólares, y un aviso: mirá, Milei, Bahía necesita obras por 100 millones de dólares, has parado las tuyas, nosotros las vamos a seguir y las vamos a terminar solo porque ningún privado puede hacerlas y el pueblo las necesita.
Hoy vamos a estar inaugurando, también, esa obra que habíamos visitado ahí en la planta Patagonia, habíamos estado, instalaciones de vaya a saber cuándo, hoy vamos a empezar con la inauguración, pronto cuando dé el caudal de agua, la puesta en marcha, estamos iniciando todas y cada una de las obras.
El agua en Bahía es una gran vergüenza para esta Provincia, su problema de agua. Como lo es en La Plata también. Tenemos grandes ciudades que no tienen ni agua, ni cloaca y el pueblo de la provincia de Buenos Aires, discriminado, atacado a veces por intereses poderosos, por canales porteños, no se merece vivir así. Son cosas que hay que hacer. Yo dije, ‘justicia’, lo digo con más propiedad, es justicia social, es equidad y es soberanía.
Y quiero agradecer también, Fede, las palabras porque vamos a atravesar una campaña con falsas noticias, con acusaciones, va a pasar cualquier cosa, gente que no tiene filtro ni tiene escrúpulos.
Repito, no vamos a contestar con la misma moneda. Nosotros creemos que tanta agresión, tanta mentira, tanta violencia verbal obedece a un problema central, que es que uno tiene que gritar, por lo menos en mi experiencia, o tiene que agredir al otro si no tiene razón, ahora, si va a hablar con la verdad y va a hablar con el corazón, se puede hablar también con respeto. Le contesto con respeto al Gobierno nacional y a sus personeros, el Gobierno de la provincia de Buenos Aires y los bonaerenses vamos a seguir poniendo el hombro todos los días, por más producción, por más trabajo, por más industria, por más igualdad, por más educación, por más salud, por más universidad, por más arte, por más ciencia, por más cultura. Y eso se construye con amor y entre todos y todas. Muchísimas gracias. [yotuwp type=\”videos\” id=\”5haVlXfbOIk\” ]